Lifelover

Lifelover fue una banda sueca formada en Estocolmo en 2005 por Jonas “B” Bergqvist y Kim “( )” Carlsson, una de las formaciones más influyentes dentro del llamado depressive suicidal black metal. Más que simplemente “black metal”, Lifelover mezcló black, post-punk, dark ambient y rock enfermizo de bajo presupuesto hasta crear algo que ellos mismos llamaron narcotic metal: guitarras ásperas, beats fríos, voces que van del susurro al colapso y letras que hablan sin filtros de depresión, drogas, autodestrucción, apatía urbana y cinismo.

Su música tiene algo de contradicción deliberada: una banda llamada “Lifelover” escribiendo sobre la imposibilidad de amar la vida, usando humor negro, ironía y crudeza emocional en lugar de la épica típica del metal. Esa combinación de honestidad brutal y atmósferas pegajosas los convirtió con el tiempo en un grupo de culto, referencia inevitable cuando se habla de DSBM y de los discos más incómodos y humanos que ha dado la escena sueca.

Discografia destacada

  • Pulver (2006)
    Debut de larga duración y punto de partida de su sonido: un black metal deformado por influencias de post-punk y rock decadente, con samples, voces rotas y una sensación de ciudad gris y enferma. Temas como “M/s Salmonella”, “Nackskott” o “Vardagsnytt” mezclan riffs sencillos con imágenes cotidianas y miserables, como si Burzum se hubiera criado en un departamento húmedo de Estocolmo.
  • Erotik (2007)
    Aquí las voces se vuelven más “cantadas” y menos grito tradicional, y suben los elementos rockeros. Erotik suena más directo, más adictivo y a la vez más incómodo: canciones que parecen casi himnos de rock alternativo filtrados por una mente depresiva. Es uno de los discos clave para entender cómo Lifelover rompió las fronteras entre black metal y un tipo de “rock depresivo” muy suyo.
  • Konkurs (2008)
    Un álbum todavía más maduro y claustrofóbico, que lleva la estética urbana y nihilista al límite. Riffs repetitivos, líneas vocales que se clavan en la memoria y una producción que no busca ser “bonita”, sino transmisora de ansiedad y desgaste. Konkurs es, para muchos, el momento en que Lifelover termina de definir su sello personal.
  • Dekadens (EP, 2009)
    Mini-álbum importantísimo dentro de su catálogo, entre otras cosas porque es de las pocas ocasiones en que recurren a batería real en lugar de programación. El resultado es un sonido algo más orgánico, pero igual de torcido, que muestra otra cara de la banda sin perder su identidad.
  • Sjukdom (2011)
    Su cuarto y último álbum, escrito casi por completo por “B”, es una despedida amarga: más áspero, más “gritty”, con momentos donde incluso se asoma una influencia de death metal. Su título (“Enfermedad”) resume perfectamente el ambiente del disco: sensación de deterioro físico y mental, un paso más dentro de la espiral que venían narrando desde el inicio. Poco después de su lanzamiento, la muerte accidental de Jonas Bergqvist puso fin definitivo a la banda y terminó de sellar su condición de culto.

Después de más de una década de silencio y con una historia marcada por tragedia y culto, Lifelover volvió a reunirse, sorprendiendo a toda la escena que los daba por imposibles. Su regreso no busca nostalgia, sino retomar aquella tensión incómoda y visceral que siempre los definió. Por eso su presencia en Candelabrum es uno de los momentos más esperados de la edición: una banda que parecía perdida en el tiempo, regresando para reconstruir esa conexión cruda y emocional que solo ellos saben provocar.